Playa Blanca – la tranquila alternativa
Playa Blanca se ubica en el sur de la isla y puede ser llamado un destino perfecto para familias. A diferencia a los dos otros núcleos turísticos de la isla, Playa Blanca ha crecido sólo durante los últimos años y cuenta por ello con una planta hotelera muy moderna y con una infraestructura bien planeada.
Sin duda la mejor atracción del pueblo son las playas de Papagayo a las afueras del pueblo. En un parque natural protegido se encuentran repartidos por varias bahías unas de las mejores playas de la isla. Dentro del parque natural nada perturba la tranquilidad, ni puntos de venta, alquiler de hamacas o vendedores de helado, y así se puede disfrutar con mucha tranquilidad de las aguas cristalinas y las playas blancas.
El pueblo de Playa Blanca se ha transformado de un pequeño pueblo de Pescadores a uno de los núcleos turísticos más modernos de las Islas Canarias. En la zona del centro se puede ver todavía el ambiente del viejo pueblo de pescadores, aunque nuevas y modernas instalaciones como la nueva marina deportiva Marina Rubicón ofrecen cada vez más un amplio programa de ocio y excursiones.
En la avenida, una de las más largas de Europa, se encuentran restaurantes de alta calidad que ofrecen pescado fresco, uno de los platos de excelencia en Canarias. Por la proximidad de la isla de Fuerteventura, Playa Blanca también es un buen punto de partida para visitar las grandes playas en el norte de esta isla vecina y visitar el pueblo de Corralejo. Dos líneas de ferrys hacen al diario el trayecto entre ambas islas con mucha frecuencia de horarios.
El municipio de Yaiza, a que Playa Blanca pertenece, ofrece también algunas atracciones muy espectaculares. Las tradicionales salinas de Janubio, las fuerzas de la naturaleza en El Golfo y Los Hervideros, excursiones a las montañas de fuego o al paisaje de la vid en La Geria: el sur de Lanzarote ofrece espectáculos naturales muy diferentes.